De repente vuelven a mi mente todos aquellos pensamientos de hace algunos años, de esos que hacen reír pero que todavía duelen, que sacan esa nostalgia absurda por tiempos donde éramos más inocentes y hacíamos las cosas por impulso y que a estas alturas, lo que hacen es generar un poco de miedo e inseguridad.
Esos pensamientos que se sienten en todo el cuerpo y lo hacen volar a uno a sitios específicos con personas específicas haciendo cosas aún más específicas… Cierro los ojos y lo único que puedo ver es tu espalda, desnuda, tan cerca a mi cara que no puedo evitar besarla, rozarla lentamente con mi nariz; poco a poco, lentamente, temblorosamente mis manos se van poniendo en movimiento agarrando tu cintura con la necesidad de quién lleva 2 días sin agua y encuentra una vasija completa de ella, subiendo y bajando lentamente mis manos por toda tu espalda, tu cuello… siento que mi cuerpo comienza a despertarse y mi mente comienza a volar, acerco mi boca a tu cuello sin atreverme a besarlo, sólo me quedo ahí quieta sintiendo tu olor y dejando que sientas mi respiración, te dejas caer sobre mi pecho, cómodamente y mi cuerpo se estremece, puedo ver una parte de tu cara, tu pecho y tus piernas, abrazándote paso mis manos por tu dibujado pecho, suavemente, hasta llegar al borde de tu pantaloneta mientras te sobresaltas inesperadamente, te beso el cuello y te acarició lentamente para que te tranquilices mientras sueño con poder descifrar lo que allí adentro habita, todo eso que sé que existe en algún lugar de tu pecho de manera intacta, sana y pura pero que nunca se ha atrevido a salir, nunca ha visto la luz, nunca ha traspasado las barreras del cuerpo para llegar de manera sublime al éxtasis que puede generar el entregarse completamente al disfrute del placer.
Los minutos pasan, el calor aumenta, la respiración se acelera, suelto tu cabello que revoltosamente cae sobre tus hombros… me ubico frente a ti, dejándote caer sobre tu propia espalda, me acerco para contemplar de cerca cada centímetro de tu cuerpo, cuerpo nuevo para mí, que me llena de ansiedad y ganas de recorrerlo, comienzo a besarte desde el cuello y poco a poco voy bajando por todo tu pecho, conociéndolo con mi boca y mi lengua, vuelvo a subir, ésta vez para verte de frente, a la cara, a los ojos… primera vez que te veo la cara tan cerca, puedo sentir tu respiración, tu aliento y veo como lentamente se dilata tu pupila… me acerco rozando mi mejilla con la tuya, pausadamente me acerco a tu boca y por primera vez, en años, toco tu boca y siento un escalofrío que recorre mi cuerpo por lugares que ni siquiera sabía que existían, un beso romántico y tierno que después de algunos segundos se fue tornando más apasionado haciéndonos perder todos los estribos. Me agarraste de las nalgas llevándome con fuerza contra ti, como si no pudieras aguantar más, un leve gemido salió de mi y en ese momento me di cuenta que había perdido la batalla, me entregaría completamente a ese enorme placer que me genera estar a tu lado, que me genera tenerte cerca, que me genera que tengas ganas de mi, que me genera que me toques, que me beses… No sé en qué momento ni de qué forma resulte completamente desnuda a la espera de tus manos, no sé en qué momento perdí la consciencia para dedicarme completamente a sentir y dejar mi cuerpo fluir, dejarlo volar son censura y entregarlo completamente al placer.
Antes de que pudiera seguir adelante, los pensamientos me trajeron de nuevo a la realidad… queriendo más de ti, más de tu piel, más de tu mirada… todavía no te he besado y ya me haces estremecer, todavía no te he tocado y ya me haces excitar, todavía no te he querido y ya me haces ilusionar.