Una voz que ahora grita en tu mirada,
desnudó en las rendijas de un abrazo,
un mar de emociones estancadas,
que buscaban continuar sin tí su paso...
Delicia de unos ojos que me miran
sin buscar la firmeza de mi andar,
clavados en el brillo de mis ojos
resplandenciendo en el aura de tu sonrisa.
Miedo de no encontrarte en mi mirada,
cuando tu vida inunde mi universo,
y no saber mecer entre mis brazos
el sentir que contigo se hizo eterno...
No me dejes tumbada en esa playa,
con los ojos cerrados al olvido,
no te rindas ante heridas pasadas
que enterraré seguro con tu brillo...
Confórtame en la ausencia de vida
que aportará la magia a mi locura...
Y aún así..., no te vayas...
Ojalá mi alma te ame sin permiso.