EMOTIVO REENCUENTRO

Este domingo pasado quise retirar a mi madre del geriátrico como siempre, a pasar precisamente estas pascuas en familia. Pero esta vez hubo una diferencia, debieron trasladármela en sillas de ruedas porque ya no se vale de sus piernas. No lo sabía. Pasó que durante estas tres últimas semanas solo la había visitado muy esporádicamente. Y tampoco podía traérmela para cada fin porque en verdad tenía algo más comprometido que atender: Mi esposa había sido operada de urgencia, y ya convaleciente de una anemia severa no admitía ninguna visita. Igualmente yo sabía que las dos tenían muchas ganas de verse, pero dadas estas circunstancias, por aquel momento era imposible.
Aclarado esto, cuento que una vez entrada mi madre al living, yo la dirigí justo frente a ella. Mi mujer la esperaba bien acomodada en el acolchonado sillón, mientras mantenía como podía su pesada cabeza erguida. Y mi madre se quedó mirándola así, más expectante que otra cosa. Y se observaron por tensos segundos que parecían demasiados si esperábamos un espontáneo saludo de bienvenida. Mi mujer seguía con esa cara que le estaba quedando, demacrada, ojerosa, débil hasta para el habla, mi madre, vieja y más achacada, pero serena. Hasta que fue ella misma (mujer de difíciles palabras amorosas) quién iluminado su cara con una sonrisa entre sus arrugas le dijo textualmente: "Ay, vos no te imaginás lo linda te veo hoy María Elena!!!” Quedé pasmado.