Huida inesperada
De los brazos de nadie
Solo… por la vías tristes
Momentos vividos contigo
Inmortalizados en mi alma.
Carne de mi carne
Sangre de mi estirpe
Agua de mis mares
La noche no te detuvo ante el futuro que te arrebató de mí.
Inexperto amigo
Precoz en el tiempo
Eterno en mí.
El verdor de tus ojos
Está tatuado en mi destino
Estás en mi más vivo que yo mismo
Cuando hablo, es tu voz
La desahoga este llanto
Cuando río es tu alegría que me brota
En tu tumba se fueron
Los secretos de la amistad,
Tu agonía no me esperó.
Ahora sé que el corazón
También se cansa de esperar
El cariño que siempre se deseó.
Agua de mis mares
Eterno en mí…
Qué muerte tan anunciada
Qué mañana tan sabia...
Texto agregado el 05-04-2013, y leído por 395
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Lectores Opinan
05-04-2013
Reflexivo e interesante sólo que (según mi opinión) el corazón no se cansa, si hay amor. girouette-
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