cómo detrás de unos
brazos cruzados
podemos ver la espera
o el encanto saltar
y unas ganas inquietas

porque jugamos a
vestir a los demás
con nuestros deseos
y desnudarles los ojos
en una larga e
inquietante mirada
para cerrar la puerta
que nos divida a
nosotros dos de los demás

y en la niebla coqueta
que suele pasearse
en la forma educada
andamos a tientas
"henos aquí
a solas
al fin
a cruzar nuestros labios
en un río agitado
contigo
contigo
no me dejes, me dices
con tus brazos que me atan
una y otra vez a tí
eres todo para mí ahora, te
digo con cada movimiento
de este pecho
que se ahoga
desesperadamente
en el mar de tus sensaciones
para que pueda recorrer
tu cuello suavemente
y tomes mi espalda, dices,
para dibujarte en ella
lo que esa mirada perdida
no se atrevía
y que nuestras piernas
no puedan temblar
y se hagan nudos
nuestros besos
ante las ansias
y nuestros pasos
no se vayan
y se alejen
quédate conmigo
conmigo"