Cuando iba a ir a mi cuarto encontré a mi hermana jugando con sus muñecas (cosa que no es muy rara), yo me quedé como si nada por allí leyendo unos libros, pero me dí cuenta que ya era muy tarde
y mi hermana seguía con sus muñecas.
-¿No tienes que irte a tu habitación?.-Le dije.
-Tú no me mandas.-Me dijo con tono de burla.
-¡Que te vallas he dicho!.Le grité.
-Tú no me manda.-Me volvió a decir otra vez.
Yo, muy cabreado le cogí del brazo e intenté echarla, pero cuando se dio la vuelta me dí cuenta de por qué esta tan rara. Tenía la cara horrible, como si fuera un muerto viviente, estaba manchada de un líquido verde asqueroso, no tenía ojos, estaban cosidos en cruz, y su pelo rubio era ahora
negro como el lodo.
Yo fui corriendo a la cocina donde mi madre y mi padre estaban.
-Mamá, papá, Brith está...Brith es...¡Es un muerto viviente!.-Les dije muy nervioso.
-Billy, no está bien que hables así de tu hermana.-Me riñó mi madre.
-¡Pero si es verdad!, ¡está en el cuarto, suban al cuarto, está allí!.-Les dije empujando a mi madre.
Mis padres subieron al cuarto y Brith estaba escondida en un rincón, ya no era un muerto viviente, era normal, estaba temblando muy asustada y murmuraba:
-Ya está aquí, me tiene, nos tiene, nos va a matar a todos, por favor, ayuda.
Mi padre y mi madre corrieron hacia ella y la abrazaron, le preguntaban que qué le pasaba, qué es lo qué les mataría y porqué estaba tan asustada.
Ella no contestó, solo se fue a su cama y se acostó, yo también me acosté, pero esta vez con el remordimiento de que todo esto era culpa mía, y que mi hermana iba a morir.
Yo no podía dormir, no podía dejar de pensar en aquello, hasta que desde la habitación de mi hermana se oyeron muchos gritos y llantos, yo corrí hacia ella y allí estaba mi hermana tirada en el suelo, temblando, gritando y dando vueltas sin parar, y para colmo, a su lado, estaba el anciano de la curva. Solo era una sombra, no tenía cara.
-¿¡Qué es lo que quieres!?.-Le grité.
-Mataré a tu familia, igual que hice yo con la mia.-Dijo aquella sombra mientras se reía a carcajadas.
-¡Deja a mi familia en paz!, ¿¡Qué es lo que quieres!?.-Le volví a decir.
La sombra se tambaleó hacia mí y me dio un golpe en la cabeza, me desmayé.
Me despertó mi madre y me llevó a la cocina.
Mi hermana no estaba, así que dije:
-¿Dónde está Brith?.
Mi madre se echó a llorar y se fue de la cocina, mi padre me miraba con una cara muy triste.
-Ya no está, Billy, ya no está.-Me dijo tristemente.
-Pero, ¿qué ha pasado?.-Le pregunté.
-Pues por la mañana vimos que Brith no respiraba, y, claro, ha muerto.
Yo me puse muy triste, todo era por mí culpa, había hecho que mataran a mi hermana, no podía dejar que mataran a otra persona, así que fui al bosque.
Me adentré en él, y busqué aquella salida...
CONTINUARÁ...
|