Aquel otrora poderoso Caballero, se vio transportado tiempo atrás cuando luchaba por un sueño, cuando su paciencia era infinita y su fortaleza de espíritu no tenía rival, se vio a sí mismo peleando a brazo partido contra poderosos guerreros, derrotando a feroces dragones en tórridas batallas, sorteando hondas cañadas y escarpadas montañas sólo para ver a su amada...
Pero ahora su realidad era otra, una en la cual su doncella había partido a tierras lejanas, una en donde quería luchar, pero ya no sabía como enfrentar la batalla, no había más guerreros ni dragones, únicamente aquel viejo molino desafiante enfrentándolo con sus raídas aspas...
Buscó en su alma tratando de encontrar un sueño por el que luchar, pero la bruma en sus ojos y el dolor en el corazón no se lo permitían, trató de reunir la paciencia y fortaleza necesarias para enfrentar a aquel monstruo, midió sus fuerzas para luchar, pero no había nada, estaba exhausto...
Bajo la cabeza y soltó sus armas, había perdido la batalla, dio media vuelta y arrastrando pesadamente los pies se alejó con paso cansado... al tiempo que su alma vacía, remontaba hacia el infinito. |