Frío, por siempre tu, por siempre yo.
En el mismo sitio.
Soy tan insignificante ante los sentimientos.
Soy nuevamente un sacrificio para el destino.
Como podrás olvidar algo que no recuerdas?.
Nadie lloraría por mi ausencia.
Que duro es ver el alma sangrar, y más sabiendo que a nadie le importa.
Como no sentirse solo.
El amor se escapa. Como decirle la verdad.
Paso a ser un fantasma entre tus palabras.
Cuantas veces me he hecho lo mismo.. no pude llenar el universo que había entre los dos.
Abandonado. Otra noche contando las cicatrices que inspira la luna.
Ella apareció de la nada y lo nubló todo.
Hubiese hecho todo por tenerla, ahora me entristece.
Una leyenda en la que creer, un imposible más que trajo el viento y se apoderó de mí.
Otro dios pidiendo plegarias.
No quería que esto creciera, pero no hice nada para evitarlo.
Tanta sensibilidad.. el silencio me muestra el niño que soy y me desnuda al frío de esta noche.
Me encuentro sumergido en tu piel, no puedo escapar, y el aire siento que se acabase.
Corre lejos, lo más lejos posible.. antes de que te pueda ver.
Las sonrisas se extinguen.
Un beso anhelado, una luz que se consume.
Me estrello en tus pies. No, no te puedo odiar después de que reviviste mi inocencia.
Sigue tu vuelo, yo me quedare sentado. No aparezcas piadosa, corriste igual que un ayer.
Nunca me dejes saber que se sentiría rozar tus labios.
Otra canción para el adiós, lloro mientras se me triza la piel.
Habrá sido solo un error de las horas? Deseo no saberlo.
Como creciste tanto en mi desierto?
No hay explicación, solo sucedió.
Eres la perfección hecha latidos y huesos.
Ahora amargas las notas de esta melodía.
No fuí bueno en demostrar lo que siento, y ahora este sabor amargo no se quiere borrar de mi boca.
Volver a pretender, fingir desinterés. Suena fácil.
De verdad, como pudiste crecer tanto dentro de mi.. Caminamos bajo la lluvia, recuerda eso siquiera.
Entraste en mi vida como un simple respiro, pero tu aroma baila descalzo por mis pupilas.
Ahora estoy aquí, recogiendo limosnas de tu cariño.
Fui un tonto al dibujar tu nombre sobre cada pensamiento, y ahora quizás nunca vuelvas, y quizás yo nunca me quiera ir.
Mi voluntad no se asoma.
Ojalá no olvides mi rostro que yo el tuyo lo llevo plasmado en el alma.
Oye estoy aquí, no me puedes ver?
Tanta ternura hechizo cada una de mis emociones.
Fui un idiota al querer jugar con el tiempo..
Y ahora que? Conversar con las noches frías, más frías sin ti.
En tan poco tiempo recorrí el camino más cálido que mis pies gastados han sentido.
Gracias por aparecer.
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