Ser el único chico en la tierra que siempre cae en la friendzone, para los que no conozcan lo que es, quizás mi historia los oriente.
Desde pequeño fui un chico tímido, pero encantador, educado hasta tal punto que cualquier chica del mundo buscaría, pero como a un buen amigo. Recuerdo mi primera batalla perdida, tenía nueve años, una edad donde muchos descubren ese ligero interés por las chicas. Les presento mi primera derrota, Ximena. Fui el cofre de sus secretos, el que estuvo allí para cuidarla, pero todo acabó cuando le dije que me gustaba, error fatal, sólo recuerdo que me dijo: Quiero ser tu amiga, nada más. No sé si pasaron años para que despertara de esta desilusión, pero donde nada se puede hacer, pues nada hagas mejor.
Fui creciendo más rápido que los demás, era alto, delgado y apuesto, bueno eso último era mi ego el que me daba las fuerzas para acercarme a alguien. Mi segunda derrota fue con Luisa, demostró un carácter un poco fuerte, era distinta, quizás un poco loca, pero me gustaba. Decidí mandarle una carta, grave error. Nadie sabía de mi carta, pero ella decidió sacar una fotocopia y pegarlo por toda la sala, me maldije por poner mi nombre en ella. Tanto fue la burla que ni para friendzone me alcanzó, me cambié de colegio.
Sumergido en la poderosa droga del internet, encontré el amor. Bueno era algo platónico, pero quería innovar, decidí declararme a una chica del internet. La primera, me pidió disculpas, era un chico usando un personaje femenino. La segunda, me dijo que esto era sólo un juego que nada resultaría en este sitio. Y finalmente la tercera, me dijo que si aceptaba, pero por una extraña razón jamás la volví a ver conectada después de ese día.
Con el tiempo conocí amigos, ellos me fueron contando que la mejor forma de encontrar una chica y tener algo serio con ella, era ir a una fiesta y buscarla por tu cuenta. Bueno, intenté aquello, pero según lo que me decían ellos: Sonreír es la clave para que la chica se acerque. Adivinarán, me quedé parado frente a la mesa viendo como todos bailaban, me preguntaba: ¿Cómo pueden tener todos pareja menos yo?, claro estaba sonriendo, e incluso diría que yo sonreía más que todos en la fiesta, pero nada funcionó quedé alejado de los demás.
Terminé dejando de lado mi obstinación por buscar a esa chica que me cambiara el corazón. Hasta que encontré una amiga, no era atractiva ni mucho menos tenía el mejor físico, así que era imposible enamorarme de ella. Lamentablemente, me enamoré. Ella me podría necesitar a cualquier hora del día o la noche, yo iba tras ella como si el tiempo o el cansancio no importaran. No se imaginarán lo que sucedió, quizás se sorprendan. Le dije que me gustaba, que esos abrazos, caricias e incluso proposiciones de casarnos, me habían confundido, y que ahora estaba enamorado de ella. Desconsideradamente y con una fría sonrisa me dijo: Pues así trato a todos mis amigos, no me digas que ¿Te crees todo lo que sucede a tu alrededor?, creo que no le volví a hablar, y si lo he hecho, espero que nunca más se repita.
Vivir eternamente solo se volvía una opción, nadie quiere a los pasados de moda, pues alguien que es educado, que hasta saluda con reverencia no era algo que las chicas buscaban, y ahí conocí la palabra Friendzone, fue como la llegada de un ser divino a mi vida. Debía cambiar, tenía que actuar cruel y desconsiderado, y guardar mi educación para cuando estuviese comiendo en la mesa. Entonces empecé a salir, ¿Quien diría que dar tu primer beso a los diecisiete no es tan bueno como a los quince?, pero a un precio muy alto. Había perdido la esencia de ser yo.
Ahora debía buscar mi esencia, pero me enamoré. Probablemente el peor error después de haber cambiado tanto. Mi timidez frente a alguien de quien si siento algo, era muy distinta a cuando te acercas a alguien con quien no sientes nada más que deseos.
Me convertí en amigo de Alicia, como si me en listara al ejército para dar un gran servicio. Me di cuenta de que quizás ella sentía lo mismo por mi, pero cada vez que intentaba decirle lo que sentía, comenzaba una relación con alguno de mis amigos. Pasó por los brazos de mi amigo Juan, luego por los brazos de mi amigo Gabriel, siguió con Marcos, hasta que terminó con Alejandro, creí que no volvería a sentir nada hacia ella, pues cada vez que creía tener la oportunidad de declararme comenzaba con otro amigo. Fui un día a su casa, con intenciones de declararme, pero no me resultó, me convertí en un excelente tartamudo, y terminé siendo derrotado por mis nervios ese día.
Ella dejó de gustarme, pero por un extraña razón me ha pedido verme más seguido, hasta me ha dicho que no quiere separarme de mi, y ahí viene el San Friendzone, fue lo que me enseñó a ser "malo" con la chica, pero ahora es tanto el daño que le he hecho que ni siquiera sus relaciones con mis amigos resultaría una excusa para poder disculparme, así que terminé dejándola en Friendzone.
Y así he seguido mi búsqueda por ese amor que todo ser humano busca, quizás termine solo, incluso he pensado que todos tenemos una alma gemela, quizás a la mía la abortaron y nunca le alcanzaré a conocer.
Saludos, espero que no hayan creído que era mi vida personal, espero que les haya gustado.
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