Desde el mismo lugar en donde sembré dolor,
bajo la sombra de un nogal y la vertiente que corre,
entre muros de piedra y un cóndor en vuelo
desnudo y añoso árbol, en savia de estrellas,
su raíz en la marga dormida del tiempo.

Allí surcaré la tierra. Allí lloraré la lluvia.

Leña de hoguera, desierto sin sombras
escombros y voces, cansina la historia
nostalgia, tristeza de oscuros matices
incierta la pampa, solar desquiciado
camino sin huellas, vetusta la hierba.

De tantas vigilias la ausencia susurra.

Buscaré un planeta que me invente de nuevo
con mis manos vacías de ocaso y de luna
por senderos de olvido y sentencia
sin montaña ni río, solo el azul firmamento,
en donde germinará un árbol sobre mi sombra.

En el mismo lugar en donde sembré mi dolor.