RELATO CORTO: REALIDAD DE TODO A 100
El presupuesto del alquiler de la casa era demasiado grande para meterme de alquiler.
Sin embargo en la promoción de viviendas nuevas las condiciones de compra y venta.
Eran bastantes, atractivas, y asequibles a mi bolsillo, con lo que haciendo cuentas.
Comprarme un piso nuevo me traía mas cuenta que alquilar uno, con lo que fui a ver
la nueva casa que quería comprarme y cuando fui a verla, después de firmar letras
y escrituras ante notario.
Me quedé de piedra, y con la boca abierta e inmóvil, no me respondían las piernas.
Y el habla se me había olvidado, no me acordaba ni como me llamaba.
Ante mis ojos un gitano de patillas gruesas moreno, y negruzco como el tizón.
Me daba las llaves de mi casa nueva, una casa de muñecas de madera, con
su mesita, sus sillitas, y...¡¡ hasta tenia cortinas.!!
Me dejó las llaves en la mano estás también eran de juguete, y me dijo
con una muesca por sonrisa ;
GITANO;--------------------- ¡¡ Señora.. podría haber sido peor!!
El otro día aún payo le vendimos una moto, y se fue de aquí montado en un triciclo.
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.Me quedé con la mirada perdida en el horizonte con las llaves de juguete en las manos
Mientras veía alejarse aquel coche, que parecía, comprado en una tienda de chinos
de(Todo a 100). Aquel coche desvencijado, hecho con trozos de distintos coches.
Con un tubo de escape, que parecía la chimenea de unos altos hornos.
Aquel coche, que al girar levantó una enorme polvareda.
Que dejó mi cabello limpio, blanquecino y polvoriento como si una lluvia de ceniza
radiactiva hubiera aterrizado en mi ropa cara, y pelo.
Recogí mi casita de muñecas nueva, y me dirigí hacia mi coche, en aquel
lugar despoblado, no se veía ni un alma.
Mientras me dirigía hacia el coche una inmensa pesadumbre invadió
mi alma comencé a llorar desconsolada, y no me detuve hasta llegar
a mi casa. Allí comencé a destrozar aquella casa, con una ira desconocida
por mi hasta aquel entonces.
Entonces del tejado de aquella casita, empezaron a caer billetes de 1000 euros.
No se cuantos había, pero ni corta ni perezosa, hice mi maleta, y me fui
de aquel país, invertí en bolsa, una pequeña cantidad del dinero encontrado.
El resto lo ingrese en una cuenta, y en un fondo de inversiones.
Ahora mi única preocupación, era que aquel gitano, y su mafia, nunca
lleguen a encontrarme, y si lo hacen está vez encontraran una realidad.
Que no será de juguete, mas bien de todo a 100..
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