No sé realmente desde donde empezar, ¿lo que destruimos y lo que intentamos reparar? …. ¿El miedo al dolor? ¿El nuevo mundo que hemos creado? Deberíamos en las noches no poder dormir. Cuando algo ya no sirve, no nos es útil, por supuesto lo desechamos, pero pocos realmente pueden ver esa extraña perdición, pero como héroes en todo el sentido de la palabra hay alguien que aunque menospreciado por algunos es capaz de reconciliarse con la basura, con nuestro pasado, es capaz de conocernos como nosotros nunca nos conocimos….
La tarea no es fácil, desde recolectar los desechos, clasificarlos, tratarlos, triturarlos, y de nuevo a nuestra tierra, nosotros en cambio metemos la mano al bolsillo, lanzamos una moneda y con eso pensamos que la tarea ya está cumplida.
A aquí en Pasto mmmmm… mejor no hablemos de incultura….
No quiero dejar atrás a las personas que si poseen sentido de pertenencia pero los que destruimos somos más que los que intentan reparar.
¿Qué nos está pasando? Necesitamos redentores para solventar todo tipo de problemas, olvidamos que un día fuimos hijos del viento, ahora somos frágiles a él, pero… ¿y…Cuándo fuimos parte del residuo social? ¿Cuándo nos convertimos en la cultura de la basura? ¿Cuándo nuestro cuerpo se volvió de arena y nuestro espíritu tan efímero? Tal vez cuando dejamos a la libertad alejarse de nuestro pensamiento, tal vez cuando olvidamos la tristeza del vecino, quizás cuando la televisión titilo luces en nuestras pupilas y desde la última sonrisa idiota perdimos la conciencia, y es el momento en que admito ser como tú, un consumidor despiadado, un espectador saciado de escepticismos, un escucha motorizado y mecanizado que se conforma con acumular montañas de basura, que se conforma con la sociedad que también es una gran montaña de despojos de lo que un día muy lejano fuimos.
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