Fui destrozado por el fuego

Quedé disuelto en pedazos

Herido a muerte de energía vital

Un manantial de sangre negra llena de vacío

Brota sin parar por mi piel transparente

Llenando el espacio infinito de mi cuerpo intangible



Fue vano buscar reconstruirme

Miles de años de formación

Se aniquilaron en un segundo

Mis ojos giraron hacia dentro

Se oscureció el día

Se encendió la noche

Sueño despierto

Y me mantengo alerta dormido

Olfateando tu recuerdo



Fue inútil intentar sustituirte

Es imposible encajar un rompecabezas de luz

Cada pieza es independiente

Completa

Total

No se pueden enlazar ilimitadas totalidades

Cada átomo forma tu universo



De pronto aparece

Calmada

Apacible

Mansa

Profunda



Se detuvo la lucha en cascada

Al fin el río descansa en el lago

Su deliciosa energía líquida rodeó el espacio

Su hermosa mirada cansada de tiempo me observó

Dulce

Comprensiva

Entendiendo

Reconociendo

Cada parte de mi



Extendió su brazo hacia mi

Abrió los labios de su mente

Dijo



“Es muy probable que me equivoque en más oportunidades que las que no

pero ese detalle no me quita la seguridad de entender algo

Somos esencialmente libres para escoger en que condiciones vivimos

Esta vida humana está tan llena de posibilidades de experimentar

cada espacio

cada reino

Que en una sola vida podríamos experimentarlos todos

Libres, si, escogemos como vivir

Si cómo seres sin sentimientos o hambrientos

Básicos o nobles

Egoístas o cándidos o altruistas o tocados por la luz que todo lo penetra

Libres, si, escogemos si enfrentamos obstáculos en la vida o sucumbimos en la sombra del miedo

Si abriremos caminos conscientes o nos perderemos en ilusiones

Si cuidamos de nuestra luz y la hacemos guía o la nublamos con ideas fijas

Si andamos en solitario o si seguimos un rebaño

Libres, ¡esencialmente libres!”



La Dakini formó una esfera de luz rojiza

Me cubrió con sus aromas

Caminó deslizándose sobre el espacio

Imitando el sigilo de un felino

La danza de una bailarina sagrada

Con la gracia de un hada

Me entregó al frío silencioso de la noche