Tocar tu cuerpo,
ahondar en lo profundo
hasta llegar al mar de espasmos
donde emerge la inmortalidad
rodeada de gemidos ahogados
para no despertar a los vecinos.
Tocarlo. Disfrutarlo. Recreándome
en cada movimiento de mis yemas
y contracción de tus músculos.
Atracar en ese puerto y dormir
abrazada a tu piel salvavidas
esperando que con la mañana
toque orilla y tierra firme
mirando fijamente el haz de luz
que derrama el faro de tu horizonte.
Texto agregado el 21-03-2013, y leído por 220
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
29-03-2013
sensual naufragio, me gusto mucho, saludos htunelh
22-03-2013
Quién surcara por los mares y las playas en las que te bañas... si solo de leerte la boca ya me sabe a sal. salzikrum