porqué será que tengo un dolor en un lugar desconocido... suelo sentarme frente a una casa vacía... me gusta mirar el abandono y la soledad de quien se lo merece... opino que la gente no conoce la soledad ni el abandono, aunque lo viven en carne propia... uno ve a personas frente a la TV... gente que se sienta frente a una cabina de internet por horas... y hay aquellos que suelen soñar despiertos, y que salen de la mano de muchos de sus sueños hasta llegar a llevarlos al momento de la realidad... pero, como todo, se va como el humo de un cigarro...
llega la noche y siento que estoy lleno de luz... no es que me sienta divino... mas bien tonto y ciego... llegan los recuerdos del día, las palabras mas intensas, las miradas mas brillantes, el color mas brillante y el temor vestido de dolor...
aun sigo frente a la casa abandonada... miro sus ventanas llenas de oscuridad y algo así como a pesadilla... me paro y me le acerco, lentamente hasta llegar a tocar la puerta... nadie sale... empujo la puerta y enciendo un fósforo... todo está sucio, huele a mierda, escucho los ronquidos de una familia... apesta todo... sigo con mi lumbre hasta llegar a una mesa... huele a restos de comida... pongo mi dedo sobre un pedacillo de comida... es pegajoso, como un chicle... me lo limpio en mi pantalón y sigo entrando... en verdad estoy loco... de pronto, las luces se encienden... miro a mi alrededor y veo a muchas personas, muchas y todos ellos o ellas están desnudos o mal vestidos... se les nota el sexo a chorros... son animales sin amor... me muestran sus garras y siento que debo correr, pero no lo hago... miro el foco de luz y le pido que se apague... todo vuelve a la normalidad de la oscuridad y continúo escuchando ronquidos... miro la calle a través de la ventana y siento que debo salir, pero, para qué... aún así salgo a la calle y me siento enfrente de aquella casa... miro al cielo y una estrella parece reírse de mí... estoy loco y es toda una bendición...
me paro e intento seguir viviendo... me pesa la vida... ven, me dice la muerte... ésta se ríe de mí a través de una de las ventanas de la casa... siento que todos los seres de aquel lugar me miran, anhelan estar en mí... sonrío y les dejo... hasta mañana, les digo, mientras ellos ríen y ríen y no cesan de reír... estoy mal de la cabeza... pero, en verdad, estoy vivo... como muy pocos... aspiro la locura de la vida y me rio de verdad... |