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Pensar que nunca escribí de niño, creer que he sido tan injusto con mis seres mas queridos
creer que la vida nos da la oportunidad de ser cada día mejor, vivir con la esperanza marcada
en el pecho y jamás querer deshacerla y crear la realidad, este, mi primer escrito, posee ansias
de reflejar lo buenos para disparar palabras sin sentido, en donde muchas veces prevalece
la inocencia pura de nuestra juventud, y muchas veces hacemos mal frente a nuestros propios
seres.

Nací en Santiago, durante la efervescencia de la dictadura, cuando en nuestra capital
ya comenzaba un poco la gente a asociarse con este asqueroso mundo que nos
heredaron tanta gente con ideales de poder, mi madre siempre me comentaba que
yo siendo un niño tomaba una olla y una cuchara de palo para ayudar a combatir
al pueblo frente a la imperante sociedad derechista que nos otorgaba el ejercito de
ese entonces, la vida para mis padres jamás fue fácil, de echo sus vivencias de niños
jamás les propusieron mantener la inocencia pura de cada ser que quiere descubrir
el mundo nuevo, si no que mas bien, les invitaron a una relación entre padres e hijo
muy vertical, donde se debían acatar todas las ordenes, pero no se pueden olvidar
jamás de preciosos momentos, los cuales siempre quedaran tatuados en sus corazones.
Cuando llegaron a jóvenes, pasaron por momentos durísimos, en donde la libertad
se convertía en prisión, donde en todos los jóvenes de aquel entonces tuvieron
que tapar tantito ideal puesto en sus mentes, cada día que pasaba durante esos
años se volvía en un calvario, ya se les convertiría la vida aun mas en oscuridad.

Que increíble es pensar que gracias a mi hoy están unidos mis padres, muchas veces he
pensado en que gracias a mi, su libertad se aprisiono mucho mas, pero siempre estaba mi
madre para decirme que yo nací por amor

De mi familia siempre fui el chiche, el nieto mayor por cierto, además el sobrino,
hijo y todo lo que se pueda imaginar mayor, gracias a esto siempre creí ser
un hombre céntrico de todo sentimiento, pero en fin, cuando cumplí la etapa de llegar
pubertad la dictadura fue vencida y crecí con el clima de la democracia, donde
tranquilamente podíamos salir con amigos hasta mas de las 24 horas y todos éramos
en parte felices.

Al cumplir mis 11 años, mi madre me deshacía por completo, tan comprensiva,
tan sencilla, jamás me olvidare de su esfuerzo, sus ganas, la vieja salía a trabajar
a la feria , siempre me pregunto, de donde sacaba tantas fuerzas para todo,
trabajaba 4 días a la semana en la feria, que ricos eran los tallarines con salsa que hacia la Anita
y el pan con chancho para el desayuno y once, como olvidar esa vez cuando con mi
hermano Jorge le celebramos el cumpleaños en Julio, cuando era en enero,
le rayamos una muralla con plumón rojo que decía FELIS CUMPLEAÑOS y con s
mas encima, hicimos una rica torta de galletas, ponche de jugo de guinda y nuestro
perro boby de invitado, la vieja lloró, era su primer cumpleaños familiar, con esto
me pregunto porque, siempre pensé que todos teníamos cumpleaños, fue la
primera vez que me mostraban que muchos niños no tenían celebraciones
como yo las tuve, ahí fue la primera vez que me di cuenta que mi madre era
feliz para nosotros pero para ella dentro de si, existían flores marchitas,
que adornaban de una u otra forma la ostentosa soledad que la inundaba,
Pasaron los años y me enamoré, fue en octavo, y aunque mi colegio cristiano estaba
llena de viejas pesadas siempre estaba la profe comprensiva, esa que te gritaba
palabras dulces, la que te imponía sanciones pero que a la vez era justa,
como se me ocurrió entregarme por entero a la compañera mas social,
la que llevaba la batuta, me tatué en la mente la canción de un grupo mexicano, lo gravé
en la radio de mi viejo como cincuenta veces, hasta en una cantaba yo con un primo,
recuerdo que me levantaba todos los días con la canción , que me llenaba de ánimo,
me alegraba, la inocencia de ese entonces hizo que le escribiera una larga y angosta faja
de sentimientos, en donde me reflejaba por completo, le saqué la máquina de escribir al abuelo
y le compuse un poema, que indecorosidad fue el saber al tiempo después que no se la
había entregado, claro, se me quedó en el viejo charade azul de mi papá
me llene de vergüenza al pensar que la podría haber leído, la cosa es que la tomé y se
la entregué a mi amada, todo salió perfecto, ni siquiera se dió cuenta que fui yo el que la escribió,
que feliz me sentía al saber que ella se las mostraba a todo el colegio, estoy
seguro que hoy, con los años hasta la recuerda, FUE UN LINDO MOMENTO.

Durante mis años mozos, conocí a tanta gente que hasta el día de hoy quiero muchísimo,
mis mejores amigos, la primera mujer que besé, mi confirmación, mis animadores y sobre
todo conocí mas a mi familia, conocí al ese Cristo joven que tanto me aconsejaban,
si hasta me animaba a ir a la vieja capilla no se a que, pero siempre he estado agradecido de ellos

Mis padres dejaron su trabajo en el bar de mi abuelo, ya que al tiempo la feria no era la única y nos llevaron a vivir
a nuestra casa en tobalaba, me alejaron sin mala intención de mis amigos,
creo que fue durante esta época que nuestra relación de familia se comenzó a desmoronar,
mi papá no encontraba trabajo y mi mamá continuaba en la feria vendiendo
sus ropitas.
Con el tiempo fuimos construyendo con mi hermano nuevas amistades, y
mas de alguna vez tuve que salir a defenderlo, en una oportunidad supe que lo molestaban en la
esquina de la casa y salió de mi el hermano mayor defendedor de hermanos menores,
recuerdo que me fue tan mal, que hasta me tiraron al suelo y me pusieron un mote
de tierra en la boca, me sentí humillado, mi hermano tenia la mirada
del hijo del gato Silvestre y se puso el cambucho en la cara para tapar su
vergüenza y se fué a la casa, de ahí salio mi papá, robusto como el roble, fuerte como
una roca, sencillo como al aire e hizo justicia por sus propios medios, me tomó con
la voz imperante que posee y me puso frente a los pergenios, el dijo, - Baja ahora a hacerle
algo a mi hijo- lo único que sentí fue un cabezazo con el puño de el cabro y unos cuantos
alegatos de mi papá, pero me tomó calidamente y me invito en forma cordial
a la casa.

Con la ternura de los años de mi padres fue creciendo poco a poco la idolatría
por los padres, la magia de sus treinta y tantos años era competente a querer
formar una familia como ellos, mi padre siempre ha sido justo, eso si, de voz tuertísima
mi madre al contraria mas serena, mas poética y mas sublime al viento,
tanta historia que me han creado, tanto sacrificio puesto sobre una acera, la cual
da mas pena cuando le introduces mañanas con lluvias frías, soledad que muchas veces
se compartían, referente a lo mismo el echo de cargar con los fierros y ropitas
dejaban un espacio a la comunicación con moros y cristianos, también era súper
rico cuando llegaban las fiestas y el puesto de la feria lo adornábamos con
luces multicolores, ropas de moda, sentimientos de nostalgia, llegar siempre a la navidad
a la casa después de las 12 de la noche, comernos un pollo asado con papas,
tan cansados, mi papá para juntar mas plata extra para nuestros regalos me hacia gritar
los papeles de regalos a 2 por 150, mis viejos vistieron a tanta gente,
pensar que quizás todos ese esfuerzo mas de alguna vez quedo tendido como
paño para encerar el piso, a fin de cuentas nos alegraba vender tanto, en las noches
de año nuevo bailar la Langosta con los vecinos del pasaje, mostrarles las alegrías
a gente que ni conocíamos, después en la noche ir a saludar a los abuelos
y compartir en familia.

Pero a pesar de todo, hemos sido a afortunados como familia, siempre juntos,
hasta en nuestras peleas nos aconsejamos, somos capaces de dar nuestra
vida si alguno de nosotros esta mal, hemos pasado ya por tantas cosas,
cada uno de nosotros posee en su interior tantas labores realizadas, mi mamá
fue poeta, mesera, administradora, consejera, amiga, compañera, deportista,
doctora que sanaba mis heridas con besos, justiciera, una especie de gladiador
humano luchando por la paz de sus hijos, mi padre cantante, asesor, contador, mecánico,
reponedor, imperante, jugador, Padre de tantos, amigo de muchos.

Me detengo un poco a pensar que todos durante nuestra vida poseemos a personas
que son sumamente trascendentales en nuestra vida, esos maestros a quienes jamás olvidamos,
tantas cosas nos enseñan, yo tuve un tío abuelo que fue importantísimo en la vida de mi vieja,
le enseño a caminar, le dio amor cuando fue niña, brindo tantas cosas, pensamientos,
palabras de aliento , y tantas cosas maravillosas que son inolvidables
Yo también, al cumplir mis quince años tuve uno de esos maestros de vida, esos
que lloran contigo, que te respetan y te quieren, creo que estos seres son
una especie de ángel que te resguardan de toda perturbación, te invitan a tratar de
ser como ellos con los seres que pronto vendrán a tu vida, te marcan.
Lo mas difícil es olvidarlos cuando se marchan, no hay forma de sacarlos
del espíritu propio, se les va enseñarte la táctica que se utiliza en esos casos,
¿te olvidarías de tus padres?, yo creo que tendrías que poseer mucho
amnetismo para que se fugaran sus recuerdos, o no haberlos conocido nunca,
pero siempre existen seres que son como padres, muchos tienen abuelitos, un tío,
el padrino, etc.
Tienes tanta vida que entregar, a pesar de todos nuestros problemas la vida es lo principal siempre, después de algo malo el mundo y el universo velaran por tu felicidad,

Un simple amigo.

Texto agregado el 11-08-2004, y leído por 136 visitantes. (0 votos)


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