NADINE
(A las tantas zapatillas vacías de las mujeres desaparecidas
de Ciudad Juárez, Chihuahua, México)

Apenas suena el despertador
y Nadine abre sus grandes ojos,
con cuidado brinca
por sus tres hermanitos
envueltos en profundo sueño
acurrucados en un solo edredón.

Nadine se baña a oscuras
toma café a oscuras,
al salir de su casa a oscuras
va dejando su silueta dibujada
en el claro de la luna,
apurando su paso
a la parada del autobús.

Apenas 18 abriles en la piel
con la ilusión del primer amor
y la esperanza de conseguir
algo mejor.

Nadie, Nadine entendía
aquellas emociones florecer
en tu piel de durazno,
nadie, Nadine entendía
tu rebeldía,
ni el sueño de amor
revoloteando en tu vientre.

Nadie, Nadine sabía
de tu dolor, tus miedos
de aquella carta sin remitente
llena de amenazas y espanto….

Nadie de los que dicen saber
supieron repartir justicia,
el poder los corrompe
y los vuelve egoístas;
si no hay dinero de por medio
te dicen -lo siento Sra.
este asunto no se atiende aquí,
busque en la oficina
de personas extraviadas….-

Nadie, Nadine supo de ti…
tu madre aun te busca
tus hermanos y el también…
Solo cuando el claro de la luna
llega a tu calle
se ve tu silueta
llegar apurada a la misma
parada del autobús…
donde ahora, hay otra cruz…

Eréndira Salazar Septiembre de 1999 ©