Me haces y deshaces, me siembras y me arrancas te sumo y me restas son tus pocos años quizás… mi cadena perpetua. Atas mis manos juegas con mis dedos desnuda casi… haces mi desayuno bien sabes que me torturas. Cuando sales de la ducha me pides que te seque la espalda logras que se moje hasta el pensamiento hasta cuando este suplicio Rozas mi cuerpo cuando nos sobra la gente te gusta ser cómplice de mis delitos imaginarios porque tienes las llaves de mi celda.
Texto agregado el 12-03-2013, y leído por 171 visitantes. (2 votos)