Lleva mil historias vertidas;
Escritas; cantadas; soñadas
Y muchas veces dejadas en piel;
Y otras en sangre
Llagas la historia de Hombres
Con poder sumiso y coraje de bestia;
Y hasta marcaste tu nombre
En las opresiones del ignorante
Dejando leyendas grises
En tu vientre –mar de gotas-
La vida se nutre de ti,
El amor se conoce en tus brazos,
Y en tus manos existe el cielo.
En augurios del pasado
Se ha sentenciado a tu esencia
A ser testigo fiel
-Aun sufriendo querellas-
De que nosotros, los hombres,
Nunca amaremos – con o sin faldas-
Como una mujer.
El Mesiaz
Texto agregado el 08-03-2013, y leído por 250
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