...Y SE QUEDÓ
Lo nuestro hace tiempo que pasó
...y se quedó
en una alborotada tarde de marzo,
cuando creíamos en las desveladas
sin café,
sin vino tinto,
tan solo tu aroma y el mío,
tan solo nuestras tactilidades al alcance
de nuestra adolescencia recién llegada,
de piel canela tus brazos,
de piel manzana mi espalda y todo lo demás
discretamente oculto, empapado y ansioso
por estrenar.
Lo nuestro hace tiempo que pasó
...y se quedó
en el mesabanco de la escuela
tatuado un corazón que decía: “tú y yo”
me buscabas y me encontrabas,
te mandaba mis dibujos,
me mandabas besos y estampitas,
estrenaba para ti listones de colores
estrenabas para mi canciones
que silbabas camino a casa,
nos gustaba caminar bajo la lluvia
y echar volados para ganar merengues.
Lo nuestro hace tiempo que pasó
...y se quedó…
en el portal de un viejo edificio,
nuestro lugar de encuentros,
donde un día llorando me dijiste –¡adiós!-
un “adiós” involuntario
un “adiós” de esos, que te obliga la familia a decir,
-y te llevan lejos, y nada más-,
fue un adiós que no quise escuchar,
tome tu mano y esa tarde caminamos nuestras calles,
nuestro parque estaba radiante
lleno de margaritas, pensamientos y no me olvides
te hice un ramito, lo guardaste en tu libro de Ingles,
acaricie tu mejilla húmeda
y nuestras tactilidades se hicieron cargo
de aligerar la despedida
fundiendo nuestros antojos
en nuestra adormilada virtud
de una caricia labial complacida.
...Lo nuestro hace tiempo que pasó...
El calendario fue deshojando días y años
las cartas dejaron de llegar,
cambie el número telefónico,
ahora me comunico por Internet,
el viejo portal sigue viejo
el parque sigue radiante
lleno de girasoles y siemprevivas.
…Lo nuestro hace tiempo que pasó…
...y se quedó en aquel 8 de marzo
en una adolescencia que jamás se olvida.
Eréndira Salazar 17 Marzo 2007 ©
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