Hay tanta tristeza en el cielo,
en la sombra de mi vanidad
convertida en escombros,
que difícil, que difícil volar,
en un cielo limpio,
sin nubes, sin aves,
y sin aire primaveral
hay un torbellino en la cabeza,
donde desapercibidos pasan los días,
y vos y yo tan solo estamos,
estamos volviéndonos polvo,
en la gran tierra monarca de la traición
que decirte, que contarte,
no puedo con el peso de mis propios huesos,
y a donde ir, a donde parar,
búscame detrás de la lapida de la vergüenza
otoño, invierno, primavera, verano,
un año mas sin la mascara de la sonrisa,
otoño, invierno, primavera, verano,
un siglo mas con la verdad en la lengua,
derribando verdades con la sal
de la lagrima de la miseria.
Un torbellino en la cabeza,
solo eso, igual que vos,
un viento con alaridos de impotencia,
volando las doradas hojas muertas,
que vuelven a nacer,
al igual que nuestra testaruda desesperanza.
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