Camina el alma por calles de penumbra La noche ausente de luna y beso amante. Camina huérfana entre el sollozo errante Donde callado el dolor se apesadumbra. La blanca luz de ayer que al cuerpo alumbra Sucumbió ante el oscuro dominante Y es en el hoy extravío caminante Donde laso el espíritu se acostumbra. Se acostumbra inseguro en el intento De renovar abriles en primavera De asir olvidos a la cola del viento Que huyan raudos de mi alma viajera Afanada en buscar, la salida , el invento; Auroras virtuosas sin halos de quimera.
Texto agregado el 07-03-2013, y leído por 168 visitantes. (10 votos)