Hablemos de mi soledad...
Esta soledad en la que vivo...
Es como el olor a pan de madrugada y balsámico café,
Como la espera en cualquier andén, y la lejanía de un tren,
Como la lluvia en tu calle, en las humedades de mi cuerpo,
Como el indiscreto roce por debajo de la mesa,
Como la jacaranda envioletada y de corta vida,
Como la ausencia de los hijos en sus primeros intentos de vuelo,
Como el camino a mis tantos caminos, de piedra, lodo y asfalto,
Como la esquina de cualquier barrio, en que los amantes se buscan,
se encuentran y se dejan,
Como la ventana encendida por los deseos, sin censura, ni anarquismos, ni avesmarías...
¿El llanto? -claro que hay lágrimas en mi soledad,
para que entonces la poesía, la música...
llegan recurrentes cuando les llamo
en una película, un adiós, una canción
y otras posibles cursilerías...
Esta soledad, me la he ganado a pulso,
libre de reproches, de culpas,
derrochando a Eros en el más íntimo de los antojos
saboreando tu nombre en mis labios...
saboreando tus labios en mi nombre....
Esta soledad en la que vivo
con la que duermo y despierto
con la que camino en custodia con mi sombra.
Está, tan llena de mí,
que la pobre aunque quisiera ya no se puede ir....
Eréndira Salazar Mayo 20 de 2010. ©
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