esperaba la apertura de mi cárcel... años y años tras las mismas rejas y paredes lo hacen sentirse como un ave sin alas... tan solo se sueña con el pasado o un futuro... pero aun sigo metido adentro, junto a tantos desgraciados... recuerdo aquel hombre llorando por estar así... lloraba durante toda la noche hasta quedarse dormido... luego las voces de todos los policías... uno va y entra... las mismas caras... las mismas voces y chistes... la misma comida... el mismo trabajo... uno se cansa de ir de arriba hasta llegar a esa pared inmensa y llena de nombres escritos... no recibo visitas...

no deseo ver a nadie... prefiero soñar, pensar, hablar con gente que no sé ni sus nombres... y cuando llega la noche como que le dan ganas de llorar... miro al cielo por un momento tras las rejas y veo tanta oscuridad y me pregunto de qué se trata todo... miro mi cama y no deseo dormir, escuchar el llanto de tantos, los ronquidos de otros, las voces y pasos de los policías... cierro los ojos y todo se vuelve extraño... veo hasta figuras extrañas, dantescas y al fondo, siento que una nube blanca como el algodón que me busca... siento que estoy malito de la cabeza... quizá sea las tantas veces que me la golpeo contra la pared y es que me gusta tanto escuchar ese GONG, GONG... una y otra vez... no los sé... prefiero mirar a través de mi ventana y ver todo lo mas lejos posible y esperar, siempre esperar a que algún día pueda mi vida brillar...