Conciertos de madrugada
Cuando se está acercando el alba,
Puntuales sin cita se hacen ver,
Con el frac antiguo, con un pico
Muy moderno y bien afinado,
Los grandiosos músicos de Jazz.
Llegan en tropel y nunca tarde
A su cita con los amigos de las
Partituras, que escritas con
Dedos teñidos en bermellón,
En el fantástico rojo vivo
Que solo brinda el cinabrio
Molido.
Se reúnen antes de afinar,
Regalan las partituras
A los vivientes como adorno
Y, cuando lo consideran bien,
Comienzan su concierto.
El alba está llegando cuando
Esa cuadrilla de mirlos,
Ya pertrechados, cada uno en
Su posición,
Comienzan el concierto
Improvisado, como solo saben ellos
Hacerlo, improvisar en tonos
Plenos de irisaciones fantásticas.
Una vez satisfechos por su buen hacer,
Se quitan el frac, y se retiran para
Dejar el sitio a sus alumnas
Las tórtolas encajonadas.
Aguadulce, marzo 2013
José María De Benito
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