Mis ojos




He abierto los ojos de aspecto somnoliento
Y, de pronto, con la ágil reacción que tendría el
Águila que ha visto su presa, o la rapidez con la que
Huye la gineta al ver los fríos copos de nieve caer
Sobre su cabeza plena de irisaciones,
He podido ver los tuyos.

Tus ojos que, tímidos y del color de la miel,
Que miran sin ver, embriagando mis sentidos,
Que abren la cancela de mi corazón dormido,
Haciendo resonar afónicas sus colgaduras oxidadas.

He querido hacer notar al universo tirano,
Que he despertado por consecuencia
De la más bella de las circunstancias.

Que han cesado los crujidos incesantes,
Los desmanes de mis sucesos que,
Apareciendo añiles en mi mente,
Son del mismo color que vi en el túnel.


Aguadulce, marzo 2013
José María De Benito