Primera vez

A mis 24 años no he tenido novio y mucho menos tenido sexo. Mi hermano egresó de la preparatoria. Mi mamá por impulso invitó a mi mejor amigo a la graduación de mi hermano. Todos en casa estuvieron de acuerdo con eso. Me dispuse a buscar un vestido para mí, todo en casa compraron ropa de gala para la fiesta. Mi hermano recibió sus papeles días antes de la fiesta fue un gran momento porque actualmente no se obtienen fácilmente esos papeles.

Llegó el día esperado, a las 8 de la noche se ofició una misa para todos los compañeros de mi hermano. Mi mejor amigo Mario es mormón y precisamente por eso pensé que no asistiría a la misa pero no fue antes de que el sacerdote empezara la misa Mario llegó y escuchó con todo respeto y dejó de lado sus creencias religiosas para acompañar a mi hermano. Terminó la ceremonia y fuimos al salón donde sería la recepción, os tocó en una mesa cerca de la pista de baile.

He de decir que yo estudie en la misma institución que mi hermano y me reencontré con maestros de la preparatoria y fue algo emocionante. La fiesta terminó a las 4:00 de la madrugada. Mi hermano estaba realmente muy feliz. Pero yo me encontraba preocupada por Mario porque él no tiene carro. Y vive retirado de mi casa. Aunque él tiene 28 años no dejaría que anduviera por la calle a altas horas de la noche porque es muy peligroso. Así que me sorprendió mucho lo que mi papá dijo al salir del salón. Que Mario podía quedarse en la sala de la casa y por la mañana regresar a su casa.

Creo que fue lo mejor que pudo haber hecho mi papá porque todos llegaron muy cansados y lo único que querían eran llegar a la cama. Eran pasadas las 5:00 de mañana cuando me desperté y fui a la sala para checar a Mario no le faltara nada.

-¿Mario?
-¿pasa algo? – pregunta el.
-¿te hace falta algo? – le dije.
-no gracias. Solo que no puedo dormir. Creo que el café que tu mamá me dio me quitó el sueño.
-yo tampoco puedo dormir.
-¿y eso porque? – pregunta el.
-hazme el amor. – le dije
-¿cómo? – responde él.
-tócame. Hazme el amor. – le dije

Me monté encima de él. Le desabotoné la camisa y vi su pelo en pecho. Pude tocar sus pezones y por primera vez nos besamos. Fue un beso lento y hermoso, sus manos tocaron mi cintura, me desabroché mi blusón de la pijama, él pudo ver mis enormes pechos, los besó, pasó su lengua por mis pezones mientras la piel se me erizaba. Me quité el blusón y quedé completamente desnuda, le quité el pantalón y se quedó con la blusa desabrochada.

Después me tocó de pies a cabeza besó mi vientre, mis muslos mi entre pierna, y pasó su lengua por mí ya húmeda vagina. Sin pensarlo no abrí mis piernas y me monté sobre él. Su enorme glande estaba listo, solo sentí como entraba poco a poco. Mis muslos se tensaban. Sin hacer muchos gemidos solo los dos respirábamos profundo.
Después de tanto entrar y salir, los dos llegaros al máximo éxtasis y para no gritar de la excitación los dos apretamos duro y fue mayor el efecto. Estaba yo tan excitada, la sensación que tienes después de un orgasmo, que me hinqué y su enorme miembro lo puse en mi boca, puse a trabajar mi lengua, el cerraba los ojos y levantaba los brazos, mis manos tocaban su trasero. De nuevo llegó al punto de excitación y llegó su turno me senté en el sillón de nuevo abrí mis piernas y pasó su lengua por mis labios menores y mayores. Mi clítoris era un botón hinchado.

Terminamos en el sillón acostados dieron las 7 de mañana. Me puse mi pijama y regresé a mi cuarto llena de felicidad porque mi primera vez fue con mi mejor amigo y fue llena de respeto. Aunque fue en la sala de mi casa mientras mis papás dormían en su cuarto y mi hermano en el suyo.

Los días pasaron pero no dejaba de pensar que con él fue mi primera vez.

A por cierto, déjame decirte que él está tocando la puerta de mi casa para una segunda vez

Fin…