Fatigamos los caminos con nuestras penas de amor
Y a lo lejos se divisa las primeras casas de la pequeña ciudad.
Vamos entretejiendo pequeñas historias,
Inventándolas, recreándolas
Para hacer más llevadera la vida
Para justificar de algún modo el fracaso de tantos años
De intentar llegar a algún lugar,
Por eso repito, vamos fatigando estos caminos del Señor
Y los días pasan en frente de nosotros
Como una interminable sucesión de hechos que se olvidan.
Todos nuestros vanos intentos por amar y ser amados
Simplemente se disuelven como la bruma y al final nada queda.
Solo permanecen estos fatigados caminos del Señor
Texto agregado el 03-03-2013, y leído por 164
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Lectores Opinan
03-03-2013
Bienaventurado todos aquellos que llorando y dudando al principio, colocan sus pies sobre el único camino que salva. Me encantó. Un saludo cordial. ***** Mayte2
03-03-2013
Creo que los caminos del señor no son un mero relleno, o un distractor de nuestras penas, sino el sendero más íntimo de nosotros mismos. Es un camino serio que si lo seguimos sinceramente define el sentido de la existencia-eso creo-. Buena reflexión. Saludos felipeargenti
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