Lo llevaba siempre en la espalda, todo el tiempo con el,
por momentos descansaba
por momentos incluso reia
pero el bulto seguia ahi en la espalda
con los años aprendio a cargarlo de diferentes maneras
y asi podia caminar con mas facilidad
pero siempre consciente del peso en su espalda
no siempre era grato verlo
pues muchas veces el peso de ese bulto lo ponia furioso y arremetia contra todo y todos
incluso contra si mismo.
Era realmente extraño y todos se preguntaban porque lo seguia cargando? a que edad empezo a cargarlo? y porque no lo dejaba en el suelo y seguia su vida feliz?
hasta que un dia se tropezo con alguien y mientras charlaban amenamente de cualquier cosa el bulto iba desapareciendo hasta no existir mas.
Abrio los ojos y se dio cuenta que a la vuelta de la esquina , a unos metros o en cualquier lugar se podia encontrar la tranquilidad, pero la costumbre del peso era algo que no deseaba dejar pues creció con el y no recordaba desde cuando.
Texto agregado el 01-03-2013, y leído por 188
visitantes. (3 votos)
Muy buena definición de los apegos y de como nos joden la vida y aún sabiéndolo no somos capaces de dejarlos. Mis **** senoraosa
01-03-2013
Las penas se llevan hasta que dejan de serlo. Siempre sale el sol y nuevos días suceden a los anteriores.La vida es un constante renovar de ilusiones y no hay que permitir que desaparezcan. Salú. leobrizuela
01-03-2013
ir cargando la penas, ha de ser molesto, también. carlosB
01-03-2013
Muy buena razón la de ese cuento. Efectivamente es una moraleja. elpinero