Las fotografías actuales, pese a su gran fidelidad, muchas veces desmejoran lo real. Basta ver la mirada demoníaca de alguno, con sus ojos poseídos por una úlcera enrojecida. A cierta dama, puede contemplársele abriendo una bocota que aterraría a cualquiera. Demás está mencionar a los que aparecen en las orillas de un grupo y a los cuales el lente gran angular les birló una gran parte de su anatomía, quedando cojos, tuertos o sin una de sus orejas.

La magia de las fotografías en papel consistía en extraer con sumo cuidado el rollo hermético que guardaba sus secretos hasta que se producía el revelado, o revelación, que eso era realmente para los que vivimos esa época. Hoy, el torbellino asesinó alevosamente las ansias expectantes, ya que hasta un bebito puede manipular una de esas cámaras digitales, que en un dos por tres le permiten plasmar el instante. Además, casi todas pueden filmar con una claridad abismante, cualquier situación cotidiana y eso nos obliga a ser cuidadosos de nuestra intimidad. No es gracioso vernos luego en poses ridículas, mientras el coro de risas ahonda nuestra pesadumbre.

Me he fijado que muchos jovenzuelos que van en el tren subterráneo, sienten la necesidad de fotografiar a cualquiera que vaya desprevenido. Después, las risas de ese grupito sentencia la desdicha de un ser humano que en ese momento andaba “cazando moscas”. Lo peor, que dichas imágenes vayan a parar a Youtube, templo de las escaramuzas ridículas, de las caídas espantosas y del abuso institucionalizado, como ya lo mencione en alguno de mis textos.

Aún guardo en un ropero una vieja cámara Olimpus, cuya única gracia es sacar setenta y tantas fotografías por rollo, cantidad ínfima, comparada con las cientos y cientos de imágenes que puede tomar una digital.

Pero, mi consuelo es que aparezca una nueva línea de cámaras que supere en mucho a las actuales. Entonces, estas serán dejadas de lado en cualquier desván, para que uno de estos muchachos recuerde, muchos años después, las proezas que realizaba tras el lente de la entonces empolvada máquina digital…