cuan harta complejidad nuestra vida de humanos, ese entramado momento que transcurrimos continuamente, con sus causas-consecuencias, sus casualidades, sus causalidades, la divinidad de la inesperada exactitud, para nuestro fastidio, para nuestro asombro, nuestra tristeza, o cualquiera fuera nuestra postura frente a una acción del destino.
somos pequeños electrones que saltamos en diferentes átomos, estados anímicos por decirlo de alguna manera y hacemos mover el mundo, hasta la quietud de nuestra persona influye nuestro alrededor o hasta el exacerbado movimiento de otros pueden influir minimamente a la vida humana que se entralaza en hilos casi indetectables en una conjugación poética.
el poder de las palabras que despedimos a veces sin tener conciencia de su influencia cambian el estados de otros electrones para que vibren mas rápidos o decaigan en un movimiento pausado casi tenue, incluso las palabras que despedimos a otros también generan una disminución de nuestra energía que puede ayudarnos o hacernos mas vulnerables.
la importancia del como por sobre el cuanto, del saber por información.
después de tratar de evaluar tan harta complejidad incompleta, porque solo he nombrado apenas unas líneas de lo que mi cerebro reflexiona, después de tan complejas situaciones, paro de pensar, la vida es mas simple de lo que podemos llegar a conjeturar, la vida se vuelve simple cuando aceptamos la vida tal cual es, solo un momento eterno en movimiento, aceptar, tal cual los hechos, como un momento que vive.
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