Llovía entre el viejo pedregal de antaño y yo escuchaba Oxigeno F.M., cuando de pronto...

Perpetua poesía
me desatinaba los sesos
con entonación sardónica
e in-mutante mal uso del verbo.

¡Tú sabes de eso!

McPoetas con sus domos Starfucks
y sus lentes de fantasía
¡que porquería!,
queso y carne en sus veganas encías.

Poesía consumista comunista.

Un like por la salud de Chávez "compañero"
y tu ciberpregón da señas que eres un mamerto,
de los más finos por supuesto,
juglar hamburguesa que te llenas la barriga
de cebollas y el cerebro de jipismo.

Lechugas psicoseadas
de vida palo rosa
que se muerden las costras
leyendo 11 minutos.

No para el hombre altivo
que se aparta de la luna colérica
escribo yo estas páginas de efímeras espumas,
ni para los muertos encumbrados
entre sus salmos y ruiseñores,
sino para los amantes, para sus brazos
que rodean las penas de los siglos,
que no pagan con salarios ni elogios
y no hacen caso alguno de mi oficio o mi arte.
Dylan Thomas