DEPRESIÓN Pronto me encontré en un pozo húmedo y oscuro. De paredes lisas que se fugan apenas yo las palpo. Arriba con borde de luz, una tapa circular espera. Más abajo, últimas gradas de escalera se reflejan. Lentamente ascendí y pesada levanté la cerrazón. Ciega la luz ahora. Una voz metálica suena y dice: Esta es para bajar, salga desde lo más profundo. ¡No!!! La puerta cae de un golpe y me aplana en cerebro.
Texto agregado el 26-02-2013, y leído por 203 visitantes. (4 votos)