Vea usted señor maestro aquí le traigo a mi hijo, para que estudie y no para que pierda el tiempo en macanas de poesía y de política de derecha y de izquierda, a los pobres ignorantes como su servidor que vivimos a dos toques y un repique, sudando fuerte y ayunando para ahorrar unos cobres, maldita la gracia que nos hace que los muchachos se pasen el día dizque aprendiendo de donde sale el sol y donde se pone.

Pero sin que nadie le enseñe a comprender la lectura, a poner su nombre completo, a saber de matemáticas para sacar las cuentas mas necesarias ¿sabe? Yo no quiero que el muchacho aprenda para cura ni pa dotor, sino para trabajar con alivio no como lo hace su padre hoy, que sepa defenderse en la vida de los vivos, de los ladrones de cuello y corbata y hablar fino.

De política ya aprenderá cuando vea como se pasan las copas entre ellos sin esperar a que se lo brinden y todo eso lo pague el pueblo, mire le cuento señor maestro el otro día agarre al muchacho y lo lleve a la escuela de esa maestra rubia al pomo que esta en la otra cuadra, le dije lo mismo que le he dicho a usted y viera la maestra se alzo como leche hervida y me dijo que yo era un bruto atrasado y un ser indigno de ser padre, yo le respondí que admiraba su ciencia pero que me llevo al muchacho para otra escuela, con floreos y con poesías no vamos a comprar zapatos ni el ni yo

Es por esto señor maestro que vengo para dejárselo, usted parece hombre de juicio, enséñele a leer un libro y a pintar su firma aunque no sea muy derecha, mi hijo no va a ser político de gobierno sino un hombre instruido, yo estoy por una educación y una crianza como me crio mi madre, que estudie y logre ser algo, que cumpla con su deber y que crea en Dios, pero que trabaje e implore sin cesar en su tarea.