Cuan sensibles son tus oídos si te llamo a gritos,
susurros en el aire que te envío sin previo aviso,
estelas de aroma fresca de mañana que te hace recordar,
la promesa de un beso que no se cansa de esperar.
De mañana accedo a ti sin tu saberlo,
de mañana recorro tu mente, tu alma y tu cuerpo,
de mañana estoy seguro que te tengo,
al menos un instante nada mas.
Te llamo a gritos, es verdad,
con fuerza y con anhelo de tenerte,
no es pecado, y aunque pueda detenerme,
mi corazón jamás me lo permitirá.
Cuando todo eso pasa,
y comienza un nuevo día,
un suspiro me llena de vida,
tus buenos días han de llegar.
Tu voz tampoco la oigo,
no la he de necesitar,
pues yo también siento tus gritos,
yo también siento tu Andar. |