Sin mi lápiz muero de hambre, el papel es menos importante, un trozo de mi carne seria más apropiado. Un corte, una incisión del lápiz en la memoria, de la mano de un escurrimiento en borbotones de tinta, provenientes de mis ojos, completan la novela de mi vida. Mis faltas de ortografía y mi mal humor, son compañía de mi escasez de sueños y oscuridad del alma.
Recuerdo cuando me abrazo, besó mi fe y acaricio mi alma y dijo que todo estaría bien. En realidad no fue así, eso nunca paso, talves mi deseo creo incertidumbre en los pensamientos que me rodean, talves después de muerto alguien llegue a mi lado para consolarme y decirme esas palabras tan necesarias, pero simples. Por el momento, no. Eso nunca paso y no va a pasar. Solo yo quiero que pase ese es el problema, la necesidad de dos para bailar tango, espero que no se me olvide que la necesidad tiene cara de hereje. No te he encontrado aún, nunca te he visto, no he tocado, pero lo haré, apenas te tenga frente a mí, con mis manos te morderé de ansias, asta sacarte ese amor que busco desesperado.
Si alguna vez tuvieron fuerza mis escritos, carisma mis palabras y pasión mi mirada, creo que este es el momento de demostrarlo sacándote de mi mente, no para eliminarte sino que, para moldearte con mi lápiz y cobijarte con mi papel, y así, por fin, darle vida al sueño.
A pesar de no conocerte, de nunca haberte visto, te he dibujado mil veces con mis letras, hiladas una a una para no perder la senda que determina tu figura y me funde entre tú sudor y jadeo, olor y recelo, aquel para no compartirte, me amarré a tu imagen, lo suficiente para que los demás teman al ver a ese Cerbero, demonio de tumbas, resguardar su tesoro.
Que mujer querría conocer a un hombre, un desconocido, que sueña cada noche con que lo abrasen y le digan solo cierra los ojos y duerme en mi regazo, todo estará bien.
Sentimiento de dependencia tan dulce, armonioso, sereno, tan lleno de vida, y a la vez tan quieto, casi muerto, inerte, a la vista de los ojos osados que se atreven a mirarlo. Pero, para mí, esto es vida, verdadera sangre para vivir, el elemento más importante y aún indescifrable, que atormenta a miles de personas desgarrando su paciencia, destruyendo sus esperanzas, para quedarse con su mente y darle vida a su alma.
Lo único que quiero es beber de tú alma, poco a poco, para que dure una eternidad. Y si esa eternidad se acabase, acurrucarme en el conchito oscuro y frío que va quedando en tú corazón...
.... Amén
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