Tus ojos, Violetas a veces, reflejan el silencio demasiado roto que mantiene tu corazón. Dulces noches son ya perdidas en los bolsillos de algún vagabundo. Y los asfixiados por el humo de algún cuerpo hirviente no sabemos donde lloramos nuestras almas (ni maldecimos nuestros pasos).
Texto agregado el 10-08-2004, y leído por 191 visitantes. (2 votos)