Debo coger el silencio de las calles
y reunirlo en mis paseos.
Cuando miles de soles cubren las calles
yo camino solo, taciturno, ciego
como poseído por la nada
vaciado sin mas, siendo un sarcófago andante
(lleno de aire en su interior)
Las calles son en esas horas
canales secos y excuetos.
Texto agregado el 10-08-2004, y leído por 161
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Lectores Opinan
21-01-2006
Urbanos, fuertes tus versos, de ciudades desoladas, como son todas... aukisa