Ilia y Ada eran dos hermanas gemelas, físicamente idénticas pero muy diferentes en carácter y formas de pensar. Mientras Ilia era dulce, amable y muy generosa, Ada por el contrario era fría y en extremo egoísta.

Ada cansada de discutir siempre con su madre para que le permitiera tener su propia habitación, pues no quería seguir compartiendo el dormitorio con su hermana, fue temprano a su cama llena de ira y deseando que su gemela jamás hubiese existido.

Esa noche cuando todo se encontraba en penumbras y todos dormían, Ada sintió que alguien le susurraba al oído, nerviosa se levantó, pero no veía persona alguna. Al principio pensó que era una broma de su hermana, pero Ilia se encontraba en un sueño muy profundo. La voz entonces se hizo cada vez más fuerte y estridente, hasta que fue clara:
-Ada mañana cuando el reloj marque las 12:59:59 de la noche repetirás tres veces “que la puerta se abra y me otorgue el paso al mundo de los deseos como una de los 25 invitados”. Así conocerás el mundo que necesitas para cumplir tu mayor anhelo.

El día siguiente transcurrió rápidamente y la noche llegó temprano. Ada que esperaba impaciente la hora señalada simplemente no podía conciliar el sueño, mientras Ilia por alguna extraña razón tampoco lo hacia.

A las 12:59:59 de la noche tres silbidos se escucharon en la habitación de las gemelas y Ada supo que era el momento de citar la frase acordada tres veces, Ilia solo se limitaba a observar a través de sus sabanas lo que su hermana hacia. De repente una luz de color plomo apareció en la estancia y Ada sin pensarlo se arrojo en ella, mientras Ilia aunque dudó sintió temor por su hermana y fue tras ella antes de que el portal se cerrara.

En el mundo al cual ambas habían llegado no había luz en absoluto, se respiraba un olor pestilente en el ambiente y solo se visualizaban ojos brillantes saltones que trataban de esconderse en aquel lugar mientras las risas burlonas cubrían cualquiera otro sonido.

De la nada entonces pareció un extraño ser vestido de payaso, pero este en especial no utilizaba colores vistosos, sino pálidos y oscuros, su maquillaje mas que alegría inspiraba miedo.

Con voz retumbante en todo el lugar ordenó silencio, mandato que fue obedecido en el instante, pues hasta las risas burlonas se acallaron.

Entonces acto siguiente ordenó que los 25 invitados pasaran hacia donde se encontraba él, lo cual fue acatado por casi todos los asistentes, menos por Ilia que buscó esconderse en el lugar donde no observó ojos brillantes.

Entonces con un extraño lápiz en la mano ordenó a los asistentes escribir su deseo en el papel de color oscuro que el mismo haría rotar. Solo tardaron algunos minutos antes de que todos los invitados escribieran su deseo.

Entonces quitándose el disfraz aquel extraño payaso dejo ver su verdadero ser y les dijo:
- Almas negras que su ambición y egoísmo trajo hasta al mundo de las 25 horas, el mundo que solo existe cada 25 años y que trae con el miles de demonios hambrientos y deseoso de probar el manjar mas dulce de los humanos su propia avaricia, con todo el gusto sean bienvenidos.

Asustados todos trataron de correr pero algo se los impedía las luces que hasta el momento, parecían brillar tenuemente empezaron a tornarse de color amarillo incandescente y comenzaron a ser vislumbrados todos y cada uno de los dueños de esas luces, eran pequeños seres con filosos dientes que deseaban abalanzarse sobre su presa, pero algo se los impedía.

Los deseos antes escritos según el grado de maldad marcaban el orden en que serian consumidos los egoístas invitados, siendo Ada al desear la desaparición absoluta de su hermana la ultima y por ende el manjar mas preciado.

Cada vez que un silbido se escuchaba desde el fondo del oscuro y tenebroso bosque un asistente era devorado, hasta que se llego la hora del plato principal y gran atracción de la noche.

Sin abogados y sin nadie que la defendiera, llena de miedo y un gran arrepentimiento Ada solo pedía perdón a su hermana, entonces de la nada su hermana lanzando un grito le dijo:
-Mi nombre es Ilia y no fui convocada, según lo que escuche ustedes se alimentan de aquellos cuyos deseos son egoístas y ambiciosos, para tal fin solo pueden convocar 25 personas a este sitio pero en esta ocasión hubo 26 por tanto dime tu- dirigiéndose al que antes utilizaba disfraz de payaso- que tengo que hacer para recuperar a mi hermana.

El extraño sonriendo dijo:
-Tienes razón hay 26 pero siendo ustedes gemelas creo que habrá compensación si demuestro que tu tienes el alma tan negra como tu hermana así que si logras atravesar el bosque oscuro descalza y con tu hermana a tus espaldas sin soltarla hasta llegar al final del camino y alcanzar la luz, las dos podrán salir de lo contrario ambas me pertenecerán, Ada será devorada y tú serás una mas de nosotros.

Sin pensarlo dos veces Ilia que se moría de miedo acepto y cargando a su hermana comenzó transitar por el bosque donde filosas garras parecían rasgar su piel a medida que avanzaba y una zanja llena de espinas lastimaban sus pies, pero aun a pesar de todo ese dolor no podía desfallecer, a medio camino cuando sentía que no resistiría mas tortura estuvo a punto de detenerse, pero al sentir la voz de su hermana suplicándole que la perdonara y que la dejara en ese lugar repusieron sus fuerzas y continuó, hasta que vislumbraron la luz pero un gran abismo acortaba el camino, entonces como ultima opción y con toda su fuerzas Ilia lanzó a su hermana hacia la irradiación sacándola de ese mundo mientras ella se hundía en oscuridad.

Triste Ada suplicó con todas sus fuerzas que su hermana regresara, pero no fue así, pues el mundo desapareció llevándose a Ilia con él.