Arreciaba la tormenta, pero no amedrentaba a la pequeña.
Elegiría el camino mas largo. Era muy posible que por allí encontrara a su presa.
El lobo se agazapaba detrás de los árboles, ya había tenido un encuentro con la abuelita y había quedado maltrecho. Había olvidado que ella aprobara su curso de karateka. También el cazador seguía sus pasos y desconocía el manejo de las muletas.
Caperucita llevaba en su canastita toda clase armas.
De pronto ve un bulto y arremete con furia hacia él y se declara victoriosa.
Arranca su corazón y se aleja cantando, mientras junta las flores del campo y de una huerta vecina, roba verduras y frutas para completar el almuerzo
Las brazas están a encendidas y entre risas y bromas, se sientan a la mesa y saborean el corazón sangrante, por lo jugoso que queda acompañado de un buen vino
Texto agregado el 15-02-2013, y leído por 235
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Lectores Opinan
10-04-2013
Macabro cuento se quedó el de Caperucita. Puro género de terror. Muy bueno, mis5. Enyd