Quizá pegaste la vuelta hacia otro mundo y te olvidaste de avisarme
en verdad siempre estuvimos en mundos diferentes,
vos con tus aires de oligarca y yo con mis avatares de plebeya hippie.

Tal vez lo que ocurre es que no hay explicaciones que valgan
lo que surge de la nada
como si nada se va, espontáneamente, sin avisar.

Y qué desdichada quedo pensando en lo que pudo ser
¿será que todavía existe lo que creo perdido?
las dudas no dejan de sucumbir ante el nacimiento del amor.

Tiempo, es lo que hace falta
es todo lo que necesito y quiero para estar con vos
sin estar pendiente de él, sólo disfrutarlo.

Y los cielos se suceden
del claro oscuro y al revés
y tu rastro sigue sin aparecer.

Nadie sabe de vos,
te busco bajo el polvo de mis pies
y aunque todo sabe a ti, nada te posee por completo.

El deseo sufre paradojas
de furia y de olvido,
de anhelo y desesperanza.

Quisiera saber en dónde estás,
quisiera saber si pensás en mí,
quiera saber cuán real es un nosotros,
cuán absurdo es que te quiera,
cuán idílico el que seamos uno.