Me embriago de placer?
por las noches anheladas de otros tiempos?
o por mi voz que seguirá sonando como tambores de batalla?
Vamos, que para sumisos esta el reino de los cielos del que hablan algunos.
Para nosotros los poetas de este siglo, las promesas sobre la revolución que suena triste bajo las garras de algún dictador, son solo fábulas de gusanos.
Hoy es tiempo de sonreír en medio de la miseria, abrir las ventanas, rebajar las rejas y saludar al vecino, por este día que según pronostico, desencadena la batalla final, donde todos moriremos de una u otra forma.
Texto agregado el 10-08-2004, y leído por 209
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