Naturalmente,
caen las gotas,
se multiplican,
invadiendo el espacio.
Su transparencia,
es bendición,
para la hierba,
la tierra seca,
el cemento ardiente,
mi corazón turbado.
La lluvia es ritmo,
constante,
mantra.
Trae con ella frescura,
y sabor a pureza,
dejándonos
la mente despejada,
húmedad en el cuerpo,
y encanto en los sentidos.
Yo, en quietud, parada,
recibo, agradecida, sus primores.
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