Tal vez mi escritura suene a un papel vacío, què dices Yobanna!, el papel no suena.
Pero el mio sí, deja una sensación de desvario,
o para ponerlo màs simple, es una compañía en medio de la noche.
Mi escritura no suena bien, la forma que tuvo dejo de ser, no insiste en dar amor, da algunas formas de placer por las noches y por las mañanitas cuando se baña de àrea fría y gèlida.
Mi escritura se masturba con cualquier objeto, con precisas ideas y temores. Què dices yobannna!, ciertamente lo digo yo, porque conozco aquello de lo que por una vez en la vida soy. Quiero decir mi escritura.
Mi escritura no es parsimionosa ni ostentosa,
no nada entre laberintos de amores ni odios,
es vacía y poco profunda, alguna vez cogió de una pierna la inspiración, en otra ocasión tomo del corazón la tinta.
MI escritura a veces no tiene color.
Porque su color màs original es cortarse las mechas y refinarse el acento, mi escritura me deja ser quièn no soy y me abandona sin decirme adiós.
Mi escritura juega el rol de una amiga solitaria, variable, incierta y muchas veces solitaria. |