La revolución según mi madre
Que dice mi madre que si la parte alícuota de poder propende, es el momento de hacer la revolución, porque las situaciones de doble poder se dan de forma esporádica en la historia de la humanidad y hay que aprovecharlas y si no somos capaces de hacer la revolución porque las condiciones subjetivas aún no están maduras, lo mejor que podemos hacer es cerrar el kiosco y ponernos a llorar como estúpidos, porque las condiciones subjetivas, se crean. Y todo lo demás es fatalismo, concepciones limitadas de la realidad y determinismo historicista, por no decir cosas peores.
Yo no sé lo que quiere decir mi madre con todo esto que acabo de escribir de las situaciones de doble poder, de las condiciones subjetivas y objetivas, de determinismo historicista y demás guindas, pero eso es lo que dice mi madre, que sabe un montón de geopolítica. Siempre termina diciendo: ¡A ver si la cosa propende! Yo, que no sé de geopolítica, nada de nada, creo que más bien la cosa no propende.
Que también dice mi madre que llegue pronto a casa, que a ver si estudio un poco y que no esté todo el día desesperado por ahí detrás de pibas como un obseso sexual. Pero todo esto son cosas personales que dice mi madre, que no tienen que ver nada con la revolución y que no tengo por qué estar contando en público. Aunque también pienso que cuando llegue la revolución se podrá vacilar un poco ¿no? Mi madre dice que soy un saco de hormonas y es que, la verdad, estoy priápico perdido. Mi madre, que también hila fino con las cuestiones de género y afectivo-sexuales, dice que lo que tengo es satiriasis y que el priapismo es otra cosa que no tiene nada que ver con lo que estamos hablando.
Juan Yanes |