Como ventisca que sueña
Se ondula el grito intermitente
De un silencio que no es jaula
Sino huella del instante

Algo vibra doblegado
Por los huesos pululando
Como desertor que deja baba
Para que lo recuerden los gusanos

El instante como un estornudo
Presentido por el cotilleo de las paredes
Intuido vinagrado y es salado para cena
Para las aladas bestias

En mí nada se escribe, todo se presiente
Como acariciarse los huesos con la lengua
Como el crujir de una boca en la ventana
O el roncar agudo del crepúsculo en el agua

El océano es de vino pero la barca es de viento
La barca es águila que se comió a una rata
Yo soy la rata, soy el héroe de muralla

El alcohol suscita un paraíso para el frágil
Todo objeto es frágil, el universo se acuesta
El tiempo recae, la noche eyacula tinieblas

El poeta otra vez se abisma en
Quehaceres de que-decires de que-crearse
El silencio se ríe…

El silencio usa gafas de prisma
Para leer paisajes coloridos
Que pintan las letras
Con brochas de oro

Cuando de pronto la pluma se vuela
Y la musa se viste de frac
Y el numen se pone corbata
Y el silencio se ríe…