Cuando una lágrima sube en alas de noche
Un águila en piedra ronca mil voces
Dicta la brisa en tornado amoroso
Cielos abiertos en costillas de oro
Un reojo de luz acribilla la sed de amarillo
Un silencio aprieta el gatillo
La luna bandida se vende a los lobos
El tiempo estornuda infinitos punzantes
Tu mi amor, pasas
Desentendida de los resquicios
Que el corazón te depara, de los avisos que el fuego te manda
De los colmillos que dios te encandila cuando abre su magia
Tu mi amor, mientras revientas de sueño en paisajes difusos
Y cavilas misterios en el bastidor de la confianza
La lluvia cae con sabor a arcoíris
La espada del norte desclava su angustia
Manantiales se bañan en el corazón de las fieras
Caracoles nacen con alas doradas
Los monstruos están a tu servicio
Y tu, mi amor, pasas
Girando en tu propio mandala
Y reflejas en tu mirada, demasiado profunda
Demasiado elevada
Maravillas desenfocadas
Maravillas que inventas callada
Maravillas que flotan en tu pupila aerostática
Maravillas en fotos que no han sido –por entero- reveladas
Maravillas que exprimes con el almita entrapada