LLUEVE

LLueve suavemente sobre la ciudad.
Es la forma de lluvia que me agrada.
Mi patio se viste de otoño y le hacen alfombra, los dorados mangos.

Mi madre se adormmece con tranquilo sueño de niña buena, el que ansiosa controlo a cada momento, con una oración que se queda contenida en mi voz.

Todo está en silencio.

Silencio que aturde, silencio que estalla.

Abre sus ojos y me mira con infinita dulzura.

¡Ah, si pudiera atrapar ese instante y que perdure más allá del horizonte!

Que el sol no se esconda, que la luna no salga, que siga la lluvia.

Quiero que este día se alargue.

Acomodo su suave pelo, que cae sobre su marchita frente en señal de disimulada caricia.

Abre sus ojos, aprieta mi mano y ese momento es único.

Hay tristeza en la casa y llora el cielo sus apagadas lágrimas.