RELATO CORTO: LA LOMBRIZ CANIVAL
La pequeña lombriz, presumía y se jactaba, de su uniforme militar, aunque solo
era cadete, lucia flamante aquel uniforme, tenia pensado hacer, carrera en el
ejercito, aunque demasiado joven para ingresar, en la academia del aire.
Su sueño era llegar un día ser astronauta, y poder visitar Júpiter.

En la cantina de la compañía, la pequeña lombriz le gustaba, presumir de
tener buen apetito, y siempre retaba a alguien, a la hora de comer.
Su especialidad era la costilla humana, al natural, presumía, devorarla
en poco tiempo, siempre fanfarroneaba, de no dejar, ni un jirón de carne.

Pero nadie la seguía en la contienda, mas bien todos miraban, y murmuraban.
Pero ella crecida y delante de todos les hacia, mirar el cronómetro.
Y contar los segundos que tardaba en devorarla, y éste ritual, era a diario.
Se había ganado el sobrenombre, de "la costillita de Caín," porque en vez
de espinacas, comía carne humana.

Terminado el periodo del servicio militar, todos regresaban de nuevo a casa.
Algo que le daba mucha pena, había hecho amigos, y era famosa
en su entorno por su osadía y atrevimiento. Ese día se celebraba
una fiesta, y la habían invitado como una de las atracciones, mas
importantes de la fiesta, tendría que superar un record.
Comerse dos costillas humanas, en pocos segundos., la fiesta era
como despedida, del ejercito, y regreso de nuevo al hogar.

Cuando llegó el momento de la proeza, la lombriz, subió al
estrado, y empezó a devorar, sin, freno, se comió la costilla
humana de un tajo, y la otra apenas llegada a la mesa, se la zampó
de un bocado. Todos quedaròn impactados, cayaròn, y enmudecieron.

La cosa no quedó ahí, empezó a comer, y se comió a todas las lombrices
compañeras, y amigas suyas, que estaban en primera fila.
Y sin exagerar, acabo con toda la compañía, cuando despertó, al día
siguiente, se vio rodeada, de la policía militar, que la halló boca abajo.
Borracha como una cuba, llena de sangre por todos los sitios,
Llena de arañazos, algún que otro bocado etc.

Cuando se recuperó de la borrachera, fue elegida héroe y superviviente
por haber, defendido con riesgo de su vida, aquella compañía, que había
sido devorada, por las hormigas rojas. Eternas rivales de las
lombrices, de toda la vida. A ésta conclusión habían llegado, porque cuando
encontraron a la hormiga borracha, boca abajo, llevaba un trozo de pata
incrustada, en el abdomen, y otra pata sobresalia de la boca de la lombriz.
Que lo único que decía y repetía,¡¡ Son unas aguafiestas, estás hormigas!!.....
¡¡Me las comeré a todas también,!! la pequeña lombriz, tardó en despertar varios días

No se acordaba de lo sucedido, tenia un problema con el alcohol, según el
médico que le atendió, su enfermedad era muy rara, pero cuando ingería
alcohol, su mente se quedaba en blanco. Así que le aseguró, que nunca se
acordaría de lo sucedido, se llamaba amnesia alcohólica.

Todos fueron al funeral, de la compañía, la lombriz, lloraba sin parar
en el discurso, que soltó en la tarima del estrado que se preparó, para
tal evento. Soltó frases tan celebres, que han quedado marcadas para
la historia, mirando compugida, hacia todos los familiares, hijos y señoras.

Lamentó, no haber podido, salvar a ninguno de sus compañeros, y haber
quedado él solo como superviviente.. Pero se siente muy orgulloso de haber
devorado a todas las hormigas, que quisieròn, acabar, con la compañía.

Después de soltar estás, palabras se oyó un gran estruendo de voces, y aplausos.