LOS BANDIDOS DE RIO FRIO
(LA VENGANZA)

Altivos majestuosos cedros
la montaña relampagueante
cruza saeta veloz sin traba
sobre el cristal de obsidiana
sin distraer siquiera en algo
el hielo de las entrañas

Pero no se equivoque señores
pues en esta aparente calma
aún brillan espuelas de plata
de Evaristo, Hilario y El Tornero
aún mana la sangre hirviente
de los indios y de los buenos

En tierras de Moctezuma III
heridas por la labranza
en las noches tempranas
las lágrimas de la Tules
y de Cecila, la de las canastas
aún claman venganza

Santa María La Ladrillera
hacienda de gran tino
en Río Frío no la engañan
los tiempos del olvido
donde la historia oculta
ya vergüenza o descuido

Aun claman las verdades
reincidentes atrocidades
pugnan las codicias
revelan las inmundicias
se abren heridas antiguas
lamentos de las ánimas

Si en Río Frío se siente
pues no todo es visible
circundando el ambiente
inacabable y atroz
en aras de la batalla
resurge la canallada

No es posible pisar
en ningún lugar seguro
los bandidos de Río Frío
dejan sin aliento alguno
a quien pasa por infortunio
un día entre sus aguas

Es leyenda o remembranza
nadie lo supo de seguro
encuentran sus cabezas
ya convictas y confesas
un lugar en el destierro
o un panteón inconcluso